jueves, 6 de octubre de 2016

Cómo me atrapó el demonio

Un emigrante europeo en América Latina, un grande del satanismo internacional que llegó incluso a dar conferencias en Japón sobre cultura Europea, uno de los gigantes en este tema. Quizá no llegó demasiado al público general porque obviamente hay una frontera que separa el mundo culto del lumpen.
Para mí es la historia de un auténtico profeta, alguien que supo desde el primer momento encandilar con gestos y no con palabras, a él le dedico esta entrada. A Don José Ledesma O'Sullivan (Kreyk)
Que en paz descanse, pontífice de la oscuridad, gran mentor de muchos nosotros. Un auténtico padre para mí, una persona inteligente, capaz y con esa fuerza que nadie te pudo arrebatar.
Hoy te vas para no volver, probablemente algunos "menudeos" como tú decías, te han llevado a la perdición, de cualquier modo siempre estarás en nuestro corazón, personas que te hemos tenido siempre como un referente, continuaremos tu obra y esperamos que alguien la continúe alguna vez.

Primero, como es de rigor en las reuniones, aquí tienes tu poema favorito, aunque traducido al español para que lo entiendan los visitantes de este blog.

Siéntelo en tu regazo
Tú me hiciste cambiar
solo así estaríamos juntos
pero ahora tú te has marchado
y nada queda de mi yo anterior
sin ti no sé quién soy
ni a dónde voy
pues tú era parte de mi nueva identidad
ahora soy algo vacío
clamo por volver a sentirme yo
pero cambié demasiado

De recuerdos no se vive
es el pánico a quedarse
la locura del flagelamiento
otro paseo más
un grito desgarrador
que nadie escucha
otra muerte
que a nadie escarnece

Necesito beber más para entenderme
abrazo a la botella y me caigo con ella
no te rompas por favor
hay demasiada fantasía en mí
¿porqué no sale sola?
Quizá lo hace
pero no es eso lo que buscaba
es la combinación entre fantasía
fantasía y alcohol lo que me mueve

Los tragos son más amargos solos
pero ella se ahoga en ella misma.

Parece que hemos llegado, me suda la frente y ella se ríe.
No es el lugar ni el momento.
Tengo algo de miedo a hacerlo mal, nunca lo he hecho antes.
¿Qué se supone que debo decir?
¿Qué expresión y qué mirada dedicarle?
Es todo un poco atenazante, vergonzoso.
Nunca he sabido ser yo mismo
Supongo que el problema es que me invento una personalidad cada vez que conozco a alguien.
Todavía escucho las burbujas resonando en mi cabeza.

J.K. - Ahora está acabado.

Lo cierto es que en esta entrada pretendo contar porqué me convertí en uno de los sacerdotes de la iglesia satanista de occidente. Es cierto que he escrito en muchos sitios, que tengo cierto reconocimiento y que muchas personas me escriben a menudo en el email. Este blog es solo una pequeña parte de la actividad real.

Desde que lo hice, han pasado dos colaboradores, una de esas colaboradoras acabó mal conmigo, digamos que nuestra relación se rompió y fue por ello que el blog perdió actividad. Luego llego Kroller, quien parece que está pasando por problemas graves que no le han permitido seguir hablando sobre sus conspiraciones. Finalmente me encuentro solo aquí delante de ustedes, que leen con atención cada entrada y que me escriben consultas y ruegos al correo electrónico, ven en mí una persona curtida en diversas áreas que le guía, que les escucha y que les trata de ayudar.

Para mí es todo un honor que me sigan de esa forma y se lo agradezco, por eso trato de dejarles aquí una reflexión íntima y personal, ya saben bastante sobre mi vida porque entre las primeras entradas dejé información propia. Pero quiero que entiendan, que además de aquellas influencias, algo despertó en mí en mi etapa adulta y me hizo rendir pleitesía a esta rama filosófica, moral y vital.

Recibo decenas de correos preguntando por esto, así que aquí queda una fuente en la que pueden bañarse para entenderme mejor:

Cuando era un adolescente, estaba perdido entre ideologías radicales, una vida plástica basada más en la ambición que en el conocimiento propio y a partir de ahí nadaba contracorriente en un océano contaminado y verdaderamente infinito. Cuando Kreyk, citado más arriba, concedió una entrevista a un medio digital, esta fue pasada por correo electrónico entre los que conformábamos un grupo "satánico" que adoraba a Satán y odiaba a Dios. Por aquel entonces, no comprendíamos que los dos son representaciones del bien y el mal en el hombre y que no existe ninguna entidad suprema, no hay dioses ni demonios. Solo la naturaleza y sus leyes inalterable que nosotros tratamos de comprender y pensamos que podemos saltar simplemente porque hacemos cosas insignificantes.

En el preciso instante que llegó aquel enlace: lo ignoré. Pensé que no era más que otro "freak" que hacía tonterías llamativas en la red de redes, pero pronto descubrí que no. Se trataba de un emigrante hispano-irlandés que vivía en México, aunque había vivido mucho tiempo en Nicaragua y pasó algún tiempo en Argentina, una persona que trataba temas como el ocultismo, el ateísmo, la esquizofrenia y la religión o filosofía. Hacía conferencias bastante rimbombantes si se me permite el término. Su oratoria era desde luego sublime y única y he de reconocer que me encandiló desde el primer momento. Daba charlas y siempre pedía que la gente diera su interpretación de poemas satánicos y luego les animaba a hacer ensayos o poesía sobre temas que él mismo proponía. Cuando yo le envié el mío suspiré y "recé" porque lo leyera.

Había dado una conferencia en mi ciudad y yo había asistido. Leyó mi escrito y me dijo que tenía talento, que en mí ardía la llama de la rebeldía, que con una lírica venenosa era capaz de penetrar allí donde otros sueñan con llegar. A partir de ahí, traté de aprender de él y hemos mantenido el contacto en todo momento, diría que es mi mentor, mi maestro.

Lo que más me atrajo de este mundo es que está por encima de lo político, lo moral o lo religioso. Es la rebeldía en estado puro, la auténtica libertad. El verdadero "vive y deja vivir" aunque por otro lado se trata de la lucha más violenta, radical y sin cuartel contra las sectas y la enfermedad que provocan: el sectarismo.  Cada día que pasa me doy cuenta de que he aprendido muchas cosas que me son de utilidad, que no me siento solo, que siempre hay que atravesar obstáculos pero la constancia y el amor propio te hacen invencible. Aprendí que lo "peor" no es la muerte, porque perecer es solo viajar, cambiar de estado y descubrir lo nuevo. No tengo miedo a morir por mí, temo hacer daño a los que de mí dependen. Disfruto cada instante de mi vida y lo haré de mi muerte, es difícil de describir cómo este mundo onírico e idealista te atrapa.

Pero lo que nunca he dudado es que esto va más allá de la edad, no es una cuestión religiosa, esto es un sentimiento, un código de conducta, una forma de vida, un dictamen supremo que no sonríe a sectarismos ni a dogmatismos y que siempre escupe la realidad aunque se abrase la garganta.

Bienvenidos al satanismo, bienvenidos al infierno.

Descanse en paz mi maestro,

domingo, 2 de octubre de 2016

Azucena no puede llegar al clímax (+18)

Azucena no puede llegar al clímax (+18)

Por mucho que la penetren
necesita más, quiere más
el sexo por sexo no tiene sal
tampoco endulza su amargura
no puede llegar allí
al país del éxtasis y la locura
no sirve a nadie
nadie se arrodilla ante ella
¿de qué sirve seguir así?

Puede cambiar de posición
puede gritar y arañar
puede mentirse a sí misma
pero no puede correrse

No hay quien le rinda pleitesía
quién beberá todo lo que se desperdicia
el sexo por sexo no tiene sal
no puede desgarrar carne
no puede morder ni marcar
no se permite dejarse ir
necesita al esclavo o al maestro
si ninguno está ella se siente sola
otra noche rutinaria sin ver el arcoiris

Puede cambiar de posición
puede gritar y arañar
puede mentirse a sí misma
pero no puede correrse

Azucena está muy excitada
por más que corre nunca llega
la puerta se cierra siempre
justo en el umbral una vez más
la satisfacción no es por el caballero
tampoco tiene que ver con la dama
es por el sometimiento
la reproducción está de más
busca sin encontrar
tan solo ruega por un poco más

Puede cambiar de posición
puede gritar y arañar
puede mentirse a sí misma
pero no puede correrse

J. Sommer - Paseo por el infierno